Implementar un proyecto de formación en una empresa requiere una inversión significativa de recursos, tanto en tiempo como en dinero. Y una de las dificultades más grandes que pasan las personas de talento y desarrollo es convencer a los líderes de que ese presupuesto que está invirtiendo tendrá un retorno.
Para garantizar que esta inversión sea rentable, es fundamental tomar medidas estratégicas para respaldar la rentabilidad del proyecto. En este artículo, explicaremos algunas estrategias clave para respaldar la rentabilidad de un proyecto de formación y maximizar su impacto en el desarrollo de los empleados y el éxito empresarial.
Antes de iniciar un proyecto de formación, es fundamental establecer objetivos claros y medibles. Estos objetivos deben estar alineados con las metas y la visión de la empresa. Al establecer indicadores de rendimiento clave (KPI) específicos, se puede medir y evaluar el retorno de la inversión (ROI) del proyecto de formación.
Si no tienes claro cómo comenzar puedes hacerte estas preguntas:
Además, es clave que tengas conversaciones previas con los equipos involucrados en tus objetivos. Por ejemplo, si tu objetivo es aumentar las ventas, establece una conversación con el equipo comercial donde entiendas los principales retos, objetivos del área y cómo contribuye la formación para solucionar estos puntos.
Puedes establecer tus objetivos desde la metodología SMART:
- Específicos
- Medibles
- Alcanzables
- Orientados a resultados - Definidos en un tiempo concreto
Como mencionamos anteriormente, es muy importante mantener una comunicación constante con las otras áreas de la compañía y entender cuáles son sus dolores.
Realizar un análisis de necesidades de formación exhaustivo ayuda a identificar las áreas clave en las que se necesita capacitar a los empleados. Al enfocarse en las necesidades más críticas y priorizarlas, se puede maximizar el impacto de la formación en el rendimiento y los resultados comerciales.
¿Estás seguro que tus colaboradores tienen ese “gusto” por aprender? Es clave desarrollar una cultura de aprendizaje en una organización, pero además tomar mucho esfuerzo y tiempo, es un proceso. Estos son algunos elementos que te ayudan a fomentarlo:
Los líderes de la organización desempeñan un papel fundamental en la promoción de una cultura de aprendizaje. Deben demostrar su compromiso personal con el aprendizaje continuo, participar activamente en programas de formación y comunicar la importancia del aprendizaje en el logro de los objetivos empresariales.
Promover la colaboración entre empleados y equipos fomenta el aprendizaje colectivo. Las iniciativas como comunidades de práctica, grupos de estudio, sesiones de intercambio de conocimientos y mentoría cruzada permiten que los empleados compartan experiencias, aprendan unos de otros y generen un ambiente de colaboración y apoyo.
Esto puede incluir reconocimientos públicos, incentivos, promociones basadas en habilidades y oportunidades de desarrollo profesional adicionales para aquellos que demuestren un compromiso sobresaliente con el aprendizaje y el desarrollo.
El aprendizaje no debe ser visto como algo separado de las responsabilidades diarias de trabajo. Integrar el aprendizaje en la rutina diaria implica incorporar elementos de desarrollo en las tareas y proyectos regulares.
Estas preguntas pueden ayudarte a hacer un diagnóstico sobre cómo está tu cultura de aprendizaje
Esto implica utilizar enfoques pedagógicos adecuados, emplear tecnologías de aprendizaje innovadoras y adaptar los contenidos a las necesidades de los empleados. La formación basada en microlearning, por ejemplo, puede ayudar a maximizar el tiempo y el compromiso de los empleados.
Para asegurar un retorno de la inversión sostenible, es importante fomentar la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos en la formación. Esto implica proporcionar oportunidades para que los empleados apliquen lo aprendido en su trabajo diario, brindar retroalimentación y seguimiento, y establecer mecanismos de apoyo y mentoría.
La evaluación del impacto del aprendizaje es esencial para respaldar la rentabilidad del proyecto de formación. Esto implica medir el progreso de los empleados, evaluar el cambio en las habilidades y el desempeño laboral, y vincular estos resultados con los objetivos comerciales. Las encuestas, los cuestionarios, las evaluaciones de desempeño y las métricas de rendimiento son herramientas útiles para medir y evaluar el impacto del aprendizaje.
Te sugerimos incluir dentro de estos cuestionarios preguntas de percepción a los colaboradores, como:
Si bien es clave que enfoques tu análisis a fondo en evaluación de cierre de brechas en competencias, hay números que te permiten ver si la adaptabilidad de las personas hacia la plataforma y la usabilidad de esta, han sido positivas.
Por ejemplo, puedes preguntarte ¿las personas están estudiando? ¿Qué porcentaje de personas están activas en la plataforma? ¿Qué porcentaje culminan su plan de formación?
Ahora bien, si necesitas saber realmente el impacto en el negocio, lo primero que debes hacer es analizar a qué necesidades ataste este programa de capacitación. ¿Recuerdas que hablamos sobre acercarte a las áreas para entender sus dolores? Si definiste que por ejemplo, para el área de ventas, podrías analizar el impacto en:
Asegúrate que tus colaboradores tengan éxito con nosotros.