Hablar de desmotivación laboral no es agradable para ninguna empresa, puede que no tengas claro sus causas y consecuencias, pero solo al escuchar el concepto sabemos que su impacto es negativo para el negocio.
La desmotivación en el trabajo no es de la noche a la mañana, y mucho menos sin una razón real y de peso, en esta entrada te queremos compartir algunas estrategias para combatir esta situación en tu equipo, sin embargo primero necesitamos contexto para identificar cuál estrategia es la más adecuada.
Por eso, lo primero es conocer qué pasa en tu empresa, cómo afecta a la compañía esta situación, además de identificar si lo que está sucediendo es desmotivación laboral y no algún otro fenómeno laboral.
Entonces, hablemos primero de su impacto en la empresa y qué tanto afecta los objetivos y resultados. Para ser prácticos, imagina trabajar de la mano con una persona que ya no aporta ideas, no muestra interés por los proyecto y te demuestra que hace las cosas por cumplir, y es claro que la pasión por su labor se apagó.
Ahora, ¿qué tal si la mayor parte del equipo está en la misma situación? ¿Cómo alcanzar los objetivos trazados con un equipo desmotivado? Su impacto se refleja en los resultados, la productividad e incluso la creatividad para nuevos proyectos.
De hecho, en un estudio hecho por Gallup se concluyó que los empleados desmotivados tienen muy poco compromiso, son menos productivos y son los que mayores posibilidades tienen de irse de la empresa, lo que aumenta la rotación de personal.
De igual forma, un empleado con nula motivación laboral, siente el problema y sabe qué algo no anda bien en sí mismo, pero con esto no decimos que la causa sea estrictamente por el colaborador.
Como ya dijimos antes, el primer paso para combatir la desmotivación es conocer su raíz, por eso te compartimos algunas de las causas y tu tarea es identificar cuál puede ser la que encaja en tu empresa.
Es bueno revisar cuándo fue la última vez que cada uno de los integrantes de tu equipo fueron reconocidos, que su trabajo tuvo el visto bueno y ellos sintieron que hacen algo que vale la pena para la compañía.
También, debes tener en cuenta si has hecho los cambios que se han ganado en su rol, sea por aumento de sueldo o un nuevo cargo.
Un mismo rol se convirtió en cuatro cargos más, miles y miles de tareas, que no corresponden al contrato, verbal o escrito, que asumió al ingresar a la compañía, y a eso le sumamos un sueldo que no paga todas las acciones que le han asignado.
Esto ya lo hemos hablado en otros artículos, es necesario que cada integrante del equipo conozca cuál es el objetivo que debe alcanzar como individuo y cómo área. Cuando una persona no sabe hacía dónde debe ir o a dónde le debe apuntar en su quehacer diario, seguramente no va a trabajar con interés.
Esta causa es peor aún cuándo la mala comunicación es con el jefe o líder. Si un empleado siente temor de hablar con su superior, cree que cualquier cosa que diga le va a generar repercusiones negativas, la desmotivación va a estar presente más que nunca.
La situación se agrava si además no puede tampoco hablar con sus pares, no hay una comunicación abierta para discutir proyectos, dar ideas, y crecer en la compañía.
No hay una receta mágica que podamos compartir, o una conducta estricta que todos los colaboradores sin motivación sigan al pie de la letra, pero sí existen algunas acciones que son fáciles de reconocer y pueden darte una idea de lo que está pasando:
Antes que nada, es importante saber que para ganarle a la desmotivación las acciones son de ambos lados, empresa y trabajador. Pero, el primer paso lo debe dar la compañía, los empleados suelen sentir que sus propios actos no van a causar el cambio que buscan.
Para eso, estas son algunas de los tips que pueden incluir en tu estrategia de clima y bienestar laboral:
La formación en tu empresa es uno de los mejores aliados para combatir la desmotivación laboral. Cuando el colaborador ve que la compañía invierte en formarlos se sienten valorados, además, esta es un factor que genera interés hacía nuevos conocimientos y las posibilidades de crecer profesionalmente.
El plan de desarrollo individual activa la intención y pasión de un colaborador, lo motiva a involucrarse con su proceso y a crecer a través de la capacitación, más aún si está enfocada en sus necesidades, en su rol y en opciones que lo ayuden a escalar en la compañía.
Cuando una cultura empresarial promueve el feedback se nota. En una compañía con esta práctica hay transparencia, comunicación asertiva y la posibilidad de siempre mirar hacia oportunidades de mejora. El feedback le dice al colaborador que se interesan por su crecimiento y por su trabajo, además de afianzar la relación con su líder.
No estamos a favor de la reunión por todo y todo el tiempo, sin embargo, son necesarias. Es importante que los colaboradores sepan qué sucede en la empresa, los cambios y las noticias importantes, esto los hace sentir parte de la compañía y no un número más en la lista de nómina.
Uno de los métodos que puedes usar son las reuniones All Hands, una dinámica que usan muchas compañías para reunirse con todos los empleados e informar los puntos más relevantes que han sucedido en la empresa, esta reunión puede ser una vez al mes.
No se trata de tomar todas las ideas e incorporarlas como puedas a tu estrategia, lo que recomendamos es evaluar el estado de tus empleados, analizar cómo se comportan y a qué síntoma responde, y a partir de allí elegir la estrategia que pueda solucionar la raíz de la desmotivación en tu equipo.